lunes, 15 de marzo de 2010

Sufrimiento I


Huye de mí sin abandonarme,
pero recuerda que mis pasos son estelas de olvido
con todas las medidas de aguas y de tiempos,
mariposas pasajeras.

No me pertenezco, huye de mí conmigo,
arranca de mí los resquicios de cordura,
arrebata mis raíces de la tierra
abandonando en ella el recuerdo del recuerdo,
volar las faldas, deja, arremolinar el viento,
ambrosías del tiempo y el espacio.

Observa a una mujer y sus carencias
con cadenciosos momentos que se burlan.
Sus labios, sus manos rotas,
sus alas, sus fantasías
envuelta en miserias disfrazadas,
convertida en un rastrojo,
transforma la alegría con sus quejas,
pero bate sus alas cortadas.

Huye mujer, de las miradas
envidia de Eva y Casandra.
Despojo de lo incierto y de la nada,
ramas de un árbol que se hace leña,

allí veras el fin de las esperas,
el oráculo de la sibila roto y corroído.

El ojo de la culpa permanece
perenne en un tiempo cabriolero
y ha venido su presencia a poseerme
con aperos de codicias y corceles de ambición,
calzado de angustias, reconoce mis infiernos,
designios de impurezas. Huyendo al abismo,
me volcó tu aroma en la hendidura.

Junto a Jolie.

2 comentarios:

  1. Este texto que escribí junto a mi amiga Jolie, es fantástico.

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  2. Es fantástico sí; tu eres un gran poeta; Jolie el ángel de la poesía.
    Saludos poeta, gusto encontrarte en este tu mundo personal.

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