viernes, 9 de julio de 2010

Rabia


El maremágnum,
que se agolpa en la garganta
y la presión del pecho que ahoga.

La vorágine de lagrimas,
en la comisura del ojo
y la rojez de las córneas.

La voz insolente,
invoca recuerdos de hiel,
en el oído; incesante.

La salvaje fuerza,
transita cada fibra del cuerpo,
capaz de destruir la luna.

Las maquinales maldiciones,
contra todo, contra todos,

Y el crujir de dientes,
el vestigio inherente,
de un predecesor bestial.

Ángel sordo de la Muerte,
oyes los ruegos incesantes
pero sigues sentado,
ocupado,
obviando,
como si acaso, todos los días,
le invitaran a pasar.

Y tras el vendaval,
la serenidad,
con lagrimas,
que se secan en las mejillas.

jueves, 1 de julio de 2010

La Tristeza


La tristeza es una anciana,
que llega cuando menos café tienes.

Se sienta en una silla,
arreglada y acomodada
con un largo vestido negro de encajes,

Su opinión precede todas tus acciones,
y engalana de errores tus logros.

Pide cosas que no tienes,
con el fin de hacerte quedar mal.

Habla de cosas que no quieres
con el fin de hacerte llorar.

Siempre está tejiendo,
una sarta de mentiras.

Insinúas que parta,
y te cambia de tema.

¡Maldita vieja,
levántate y vete! –le gritas

Pero sigue allí,
sentada, aletargada y cómoda.
tomando a sorbos el café
con la aguja en la mano,
y en la boca el hilo de invenciones.

Seguidores